Promueven el debate

Espacio Ciudadano Posadas (Mariano Antón - Isaac Lenguaza) espaciociudadanoposadas@gmail.com

Observatorio Local de Democracia Participativa
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Asociación Civil Mariano Moreno
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sábado, 6 de junio de 2009

Algunos comentarios para la Constituyente de Posadas

Municipalidad de Posadas
Misiones, 18 de Mayo de 2009





Municipio de Posadas- Misiones
Trabajo elaborado
para Dr. Mariano Antón


Por el Grupo de Estudios sobre Democracia Participativa

Equipo Asesor:
Lic. Ricardo Romero
Lic. Rodrigo Borges Brum
Estefanía Otero






Algunos comentarios para la Constituyente de Posadas
Lic. Ricardo Romero*
Como antecedentes, encontramos en la página web el siguiente comentario de la Carta Orgánica:
“…La Carta Orgánica de Posadas fue sancionada en Noviembre de 1988, siendo Presidente del Honorable Concejo Deliberante ALEJANDRO PAJON.
Fue redactada de acuerdo a los principios representativos, republicanos, democráticos, participativos y de autonomía municipal conforme a los preceptos de la Constitución de la Nación Argentina y de la Provincia de Misiones, haciendo propios los derechos y declaraciones y garantías en ellas contenidos.
La Constitución Nacional del 1994 ha dejado definitivamente claro el principio de autonomía municipal, resaltando, su importancia para el funcionamiento del sistema democrático. En el marco de la antedicha autonomía, el pueblo del Municipio de Posadas ejerció su poder constituyente de tercer grado o Poder Constituyente Municipal y se dictó su propia Carta Orgánica o "Constitución Municipal" .
La Carta Orgánica de Posadas es un documento de enorme valor; sólo 130 municipios, del total de casi 2.200 que existen en nuestro país, cuentan con un instrumento similar.
La necesidad de su reforma, en todo o en parte, emana del Artículo 190º, que establece: " La Carta Orgánica podrá reformarse en todo o en parte por una Convención convocada para tal fin"
"El Concejo Deliberante deberá convocar a la Convención obligatoriamente cada veinte años para su revisión total". La Convención así convocada tendrá la misma autonomía que la primera "Convención Municipal Constituyente" .
Como fue sancionada en noviembre de 1988, se cumplen los 20 años antedichos y de ello emana la obligación de una nueva Convocatoria…”

En concordancia con la Constitución Nacional y Provincial y luego de la vigencia desde 1988 de la Carta Orgánica Municipal, la Ciudad de Posadas enfrenta un proceso de reforma de su normativa institucional. En esta oportunidad, es interesante contextualizar algunos cambios que se presentan en el rol de la ciudades a fín de proponer algunos ejes de incorporación para las reformas de la misma.
Mientras las sociedades latinoamericanas buscaban consolidar sus repúblicas democráticas, al mismo tiempo, enfrentaban profundas transformaciones que modificarían la vida política del continente. Se produce una crisis y transformación de la matriz Estado-Centrica (Cavarozzi, 1996), donde la descentralización y el retiro del Estado Nacional sobre la competencia en funciones públicas colocó a los gobiernos locales y a la sociedad con nuevas responsabilidades a fin de resolver sus problemas inmediatos.
La nueva rearticulación de la sociedad en el mundo globalizado, pone de manifiesto el nuevo rol del contexto internacional, pero a la vez descentraliza las problemáticas que antes se demandaban al Estado Nación. Si bien es verdad que los “grandes” temas pueden ser manifestados a escala global, lo cierto es que los temas “reales” son resueltos a escala local, en ese sentido, la descentralización de funciones estatales coloca a las Ciudades con características intermedias a las asumidas en otro momento por el Estado Nación. (Quintana, 2004).
A su vez, irrumpe la idea de un nuevo rol de la Sociedad, que ahora asume una función Civil, afrontando un compromiso de participación en la resolución de problemas públicos. En diferentes grados, la flamante Sociedad Civil se constituye como sujeto activo de construcción de la vida pública, especialmente en su relación con el Estado (Restepo, 2001). Por otra, se constituyen nuevos espacios públicos de participación y deliberación en la administración pública, que se disponen para generar una “relación diferente” entre Estado y Sociedad Civil, en tanto preocupación de recuperar la legitimidad democrática perdida durante las crisis política que sufren las repúblicas representativas.
En este marco, la determinación de las prioridades en la estructura de partidas presupuestarias replantea el desarrollo de la Democracia misma. Repolitizar la gestión pública, repensar las políticas estatales, abrir la participación a nuevos sectores sociales y generar una redistribución de los recursos y el poder mismo, marcan un nuevo horizonte en el ejercicio de la ciudadanía y en la política en sí. De esta manera, los gobierno locales instrumentan procesos de descentralización y presupuestos participativos a fin de generar acercamiento de los vecinos y vecinas a la dinámica de la gestión pública, entrelazando la problemática barrial con los derechos de la ciudadanía y la resolución en espacios públicos deliberativos, consultivos e incluso resolutivos.
En este marco, se entiende que un debate sobre los ejes normativos de una Ciudad debe propiciar cuatros grandes ejes:
Descentralización y gestión de próximidad: La administración en forma desconcentrada de las funciones de gobierno, permite relacionar a la ciudadanía con la política pública y acercar sus problemas a las estructuras de decisión. En tal sentido, el fortalecimiento o generación de unidades de gestión territorial establece nuevos marcos para la planificación pública y mejora el armado y ejecución presupuestaria. Es imprescindible comprender que puede darse tres niveles de llevarla adelante, la desconcentración administrativa (funcionamiento burocrático), delegación de competencia (asignación de funciones) o descentralización política (responsabilización de gestión). En el caso de Puerto Madryn, tiene autonomía para avanzar en los tres procesos, pero estan limitadas las competencias que asume, debido a que las tiene asignada en el artículo 233, y sólo recibe otras bajo acuerdo con el gobierno provincial, artículo 237. Aunque este mismo principio, puede tomarse para delegar algunas funciones que tiene delegadas hacia unidades de gestión local.
De incoporarse una propuesta de descentralización, es recomendable fijar un Título que fije los criterios de: Territorio, Competencias, Presupuesto, Gobierno y Participación Vecinal; que rija a las unidades a crearse. (Es aconsejable el Título VI de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires).

Participación Ciudadana: El involucramiento de los y las vecinas dependerá del marco que se quiera alcanzar. Si el objetivo son estrategías de Consulta, la Carta Orgánica goza de en su artículo 8 de un principio de participación y en la Constitución Provincial se asignan mecanismos de consulta en el artículo 232, como la iniciativa, el referendúm y la revocatoria. En tanto que la incorporación de espacios de Deliberación, la Carta Orgánica prevé la formación de Juntas Vecinales, por lo cual se pueden dotar de otros espacios como Foros o Consejos en cada temática de gestión. Por otra parte, se deberían incoporar institutos Resolutivos, como el Presupuesto Participativo, que fija pautas de acción para el gobierno municipal o la unidad descentralizada (Delegación Municipal, Alcaldía, Junta o Ayuntamiento). Recomendamos incorporar principios de participación y dejar a las unidades ejes para la autoreglamentación de los mecanismos, o establecer pautas flexibles para su incorporación.

Gestión de las Diversidades: Es imprescindible repensar las Ciudades desde las Diversidades. La planificación de las políticas locales no pueden pensarse desde una homogeneidad, sino desde la inclusión social, en la cual es preciso diseñar espacios de integración para niños/as, jóvenes y adultas/os mayores. Desarrollar sistemas de transporte con seguridad para niños/as y mujeres. Prevenir construyendo espacios seguros y accesibles para personas con movilidad reducida. Impulsar actividades educativas y culturales que respeten las religiones, ideologías y cosmovisiones. En la Carta Orgánica se numeran las temáticas sociales de competencia, sería recomendable, incorporar principios de cuotas, establecer planes de igualdad, fijar criterios de accesibilidad, o precisar aplicación de derechos y deberes ciudadanos, así como la inclusión de perspectiva y lenguaje de género en su redacción y formulación política.
Gestión de Políticas Sociales: La Carta Orgánica fija criterios sobre: Promoción Social y de la Familia, Turismo, Salud, Recreación, Deportes, Planeamiento, Obras Públicas, Ecología, Medio Ambiente, Educación y Cultura; sin embargo, cabe mencionar, las competencias del municipio abarcan éstos temas en forma delegada. Sería importante, de aplicarse un criterio de descentralización, partir del principio de subsidiariedad, por lo cuál, todas las acciones que puedan desarrollarse en escala local cuenten con los recursos y la asistencia técnica para su ejecución territorial. A su vez, el armado de programas y proyectos temáticos, deberían contar con Consejos, Foros o Asambleas vecinales que nutran de participación a la elaboración de los mismos. Siempre en lógicas que puedan ser Participativas, Cogestivas o Autogestivas.

Los ejes expuestos son algunos ejes de análisis para encarar un proceso de reforma de la Carta Orgánica que no agota la temática sino que por el contrario es un disparador para avanzar en un plexo normativo que facilite e impulse una Ciudad Inclusiva, Participativa y Diversa. Con ese horizonte se realizó este aporte que continuará durante las deliberaciones de la Convención. Buena labor…

Bibliografía

Citada
Cavarozzi, Marcelo, El capitalismo político tardío y su crisis en América Latina, Homo Sapiens Ediciones, Rosario, 1996.
Quintana, Francisco, “Ciudad, metrópoli y mundo global/local”, Atenea Digital, n 6: 66-79. 2004.
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Consultada

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Textos por la Red Argentina de Ciencia Política de la Asociación Civil Mariano Moreno:
Presupuesto Participativo Porteño 2002-2006. Ricardo Romero, Edic. Cooperativas Bs. As. 2007.
Buenos Aires Ciudad Participativa. Ricardo Romero (comp.) Edic. Cooperativas Bs. As., 2006.
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Comunicación y Cultura para la Democracia Participativa. Lorena Andrenacci. Edic. Cooperativas, Bs. As., 2005.
Democracia Participativa. Una utopía en marcha, Ricardo Romero, Compilador, Edic. Cooperativas, Bs. As., 2005.
Un nuevo contrato social. Ediciones Cooperativas, Bs. As., 2004. En colaboración con Raúl Pont.



Municipalidad de Posadas
Misiones, 18 de Mayo de 2009

Sobre el Presupuesto Participativo
en Posadas



Un análisis del Presupuesto Participativo y viabilidad de aplicación Municipio de Posadas-Misiones
Trabajo elaborado
para el Dr. Mariano Antón


Por el Grupo de Estudios sobre Democracia Participativa


Presupuesto Participativo en Posadas
“Un análisis del Presupuesto Participativo y viabilidad de aplicación en Posadas Misiones”.
Por GEDEP
“...la libertad de los pueblos no consiste en palabras (...) si deseamos que los
pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad...”
Mariano Moreno, 1811

Construyendo el Presupuesto Participativo en Posadas
¿Por qué aplicar el Presupuesto Participativo en Posadas? La realidad política de nuestro tiempo expone las serias deficiencias y limitaciones de los sistemas representativos. Si, en otras épocas una buena administración, sujeta al programa político y a la transparencia en la gestión bastaba para satisfacer las necesidades de la ciudadanía, hoy el desafío de la democracia implica traspasar los límites de la representación, impulsando mecanismos de democracia participativa.
Involucrar a la gente en las decisiones de gobierno, desde las prácticas más sencillas referidas a los problemas cotidianos, constituye un paso decisivo para la construcción de una democracia y una sociedad mejor, para todos las y los argentinos. El Presupuesto Participativo es una herramienta fundamental para encarar ese proceso de transformación.
Qué es el Presupuesto Participativo
El Presupuesto Participativo es un mecanismo que se aplica con éxito desde 1989 en la ciudad de Porto Alegre. Actualmente es desarrollado en diversas ciudades de Brasil y del mundo, además, se ha ensayado en los últimos años a escala provincial en el estado de Río Grande Do Sul. Incluso, en nuestro país se aplica en las Ciudades de Rosario, Morón, La Plata y Zárate, entre otras.
A través de Asambleas Populares y Temáticas, la población participa en un aspecto central de la administración pública, el presupuesto. La determinación sobre las prioridades en la estructura de partidas presupuestarias replantea la relación entre gobernantes y gobernados/as. Repolitizar la gestión pública, repensar las políticas estatales y abrir la participación, señalan un nuevo horizonte en la ciudadanía y en la política en sí.

En síntesis, podemos definir el Presupuesto Participativo como:

1. Un mecanismo de Democracia Semi directa: donde la Sociedad Civil define la política de gobierno por mecanismos institucionales.
2. Un sistema de cogestión: por el cual el Estado y Sociedad Civil elaboran programas de gobierno y lo ejecutan conjuntamente.
3. Un Espacio Público No estatal: donde la Sociedad Civil reflexiona sobre políticas de gobierno.
4. Un mecanismo de Control de Cuentas: donde la Sociedad Civil recibe una rendición de las acciones de gobierno.
5. Un Mecanismo de Priorización donde se fijan prioridades de gestión.



Hay quienes reducen el Presupuesto Participativo a uno de estos aspectos, cuando el mismo contiene a todos estos instrumentos, que permiten un potencial de radicalización democrática, transparentando la gestión y ampliando la participación popular. Por eso, el Presupuesto Participativo no es sólo una cuestión de números, es un mecanismo por el cual las y los ciudadanos debaten, diseñan y desarrollan políticas de gestión.

Condiciones para la aplicación del Presupuesto Participativo en Posadas

Es preciso comprender que el Presupuesto Participativo no es un sistema, es un mecanismo de interacción social. Se trata de una construcción colectiva que se va desarrollando en cada lugar a partir de sus particularidades económicas, culturales, políticas y sociales, que puede tener avances y retrocesos, éxitos y fracasos. Por lo tanto, no se puede implementar a partir de la copia de un modelo. Posadas debe construir su propia metodología participativa.
En este sentido, la forma de aplicación del Presupuesto Participativo depende de los objetivos que se tengan en el proceso de gestión como Base Política del desarrollo del mismo. Por otra parte, es importante comprender la Base Social en la que se quiere desarrollar el Presupuesto Participativo, teniendo presente el grado de participación social existente y/o preexistentes, que fijaría puntos de partidas desde donde y cómo generar participación. Por último, la Base Institucional es un límite a tener presente, básicamente en lo que se refiere a los procedimientos legales, institucionales y administrativos del diseño del Presupuesto Participativo.
·A nivel político: Por un lado, el compromiso del partido de gobierno con la dinámica participativa es de suma importancia para apuntalar el proceso del Presupuesto Participativo. A su vez, el PP dinamiza la relación entre gobierno y oposición en la medida que puede contribuir a fortalecer la obra de gobierno que es consensuada por la población.
·A nivel social: La implementación del Presupuesto Participativo dependerá en gran medida de la capacidad de potenciar las formas elementales de participación comunitaria y asociativa, a través de clubes, sociedades de fomento, cooperadoras escolares, centros culturales, asociaciones civiles y otros espacios vecinales.
·A nivel institucional: En la Reforma de 1994, se incorporan en la Constitución Nacional, en sus artículos 36 al 40, mecanismos de participación política. En la Constitución Provincial, el artículo 2 consagra el poder popular, a través de la representación, como sujeto y único titular de soberanía, y el mismo consagra los derechos de participación ciudadana como el derecho de iniciativa, referéndum y revocatoria. En tanto que la Carta Orgánica de Posadas, en su artículo 1 fija el principio de participación. Debe destacarse, que no es necesaria la sanción de una Ley para la aplicación del Presupuesto Participativo. En nuestro país el antecedente esta en la Ciudad de Buenos Aires, que desarrolló el Presupuesto Participativo sin Ley. Un articulo de la Constitución Provincial y otro de la Ley Orgánica Municipal habilitarían a su desarrollo.



Metodología de aplicación:
Si bien la organización del proceso participativo esta sujeto a las características de población, producto bruto geográfico, niveles de desarrollo, situación fiscal, así como, de los alcances que se quiera dar a la discusión pública del presupuesto, en líneas generales, las instancias de aplicación son los siguientes:

1. Formación de los grupos promotores.
2. Diagnóstico de la situación política, social, cultural y administrativa del municipio.
3. Diseño de una estrategia de implementación.
4. Desarrollo de los ámbitos de participación y coordinación de los resultados.
5. Sistematización de demandas y confección de la Matriz Presupuestaria.
6. Ejecución Presupuestaria.
7. Rendición de Cuentas.
Quienes participan de este proceso
1. El Intendente y sus secretarios elaboran el diagnóstico de la situación municipal.
2. Se convoca a todos las y los vecinos y organizaciones sociales a participar en la discusión de presupuesto en Asambleas Barriales, Zonales, Temáticas, etc.
3. Las y los vecinos eligen a quienes serán los integrantes de un Consejo o una instancia coordinadora que permita procesar las priorizaciones vecinales y confeccionar la propuesta presupuestaria (en colaboración con el Gobierno).
4. Este mismo Consejo funcionará como organismo controlador de las ejecuciones del presupuesto una vez aprobadas.
5. Al año siguiente, la nueva convocatoria a las Asambleas de Presupuesto Participativo podrá ser realizada desde el Consejo y las reuniones se inician con la rendición de cuentas del año anterior.

Ciudades donde se aplica el PP

Brasil
· Porto Alegre / São Paulo / Mato Grosso do Sul
· Acre / Rio de Janeiro/ Belem / Belo Horizonte
· Concordia / Constantina/ Gravataí
· y otras 170 ciudades.
Argentina
· Buenos Aires / Rosario/ Resistencia
· Rio Cuarto/ La Plata y otras 16 ciudades
Uruguay
· Montevideo y Canelones
Ecuador
· Quito
España
· Barcelona / San Juan
Francia
· Saint Denis
Canadá
· Montreal
Rol de los Gobiernos Locales ante la Globalización y desafíos para la construcción de una Democracia Participativa. Análisis de la relación entre Sociedad Civil y Estado en el ámbito de una esfera pública no estatal.

Estefanía Soledad Otero*

Introducción


La presente ponencia tiene el objetivo principal de hallar desde la disciplina de la Ciencia Política y desde la práctica política una clara definición acerca de los ejes y sujetos sociales que incluye la construcción de una Democracia Participativa, como idea superadora a la Democracia Representativa en el marco de una crisis institucional que todavía no se ha resuelto. Para ello, es necesario estudiar y combinar nuevas formas de relacionar a la Sociedad Civil y al Estado en el ámbito de una Esfera Pública No Estatal.

En ese sentido, este trabajo se propone analizar las concepciones de algunos autores acerca de qué es Sociedad Civil y qué función cumple tanto ella como el Estado en la Democracia Participativa. Además, es importante tener en cuenta el estudio de mecanismos de participación ciudadana, impulsados y promovidos desde el Estado en pos de generar nuevas instancias de resolución por parte de la Ciudadanía, así como también evaluar proyectos y emprendimientos de la Sociedad Civil que también fomenten mayor participación.

La Democracia Participativa es un proceso social de construcción permanente que no sólo necesita voluntad política y buena predisposición, sino también de redes sociales/asociativismo que fortalezcan la Sociedad Civil y expandan a ésta a toda la Sociedad. Y además de un clima propicio para el desenvolvimiento de ello y siempre teniendo en cuenta el contexto social de cada sociedad.

Por último, se intentará concluir en un nuevo eje de análisis que torno a qué es la Gestión Pública Participativa, en contradicción a la idea de Gobernabilidad y “Gobernanza” (vocablo utilizado en Brasil). La idea surge a partir de la necesidad de repensar no sólo la Democracia sino también qué tipo de forma de gestión se vincula a esa Democracia.

Hoy en día, muchas ideas centran el accionar político de los Gobiernos Locales (Intendencias, Municipios, etc.) más allá del Estado Central. Qué nivel de competencias tienen para lograr un mayor desarrollo local y social es importante para comprender hasta qué punto pueden actuar en el ámbito de la gestión pública participativa, ya que no es suficiente con gobernar, sino también resulta indispensable la participación ciudadana en el debate, la consulta y la resolución dentro de las decisiones de las políticas públicas.
El nuevo rol que juegan los gobiernos locales en la configuración de la globalización incentiva emprender una conceptualización sobre los elementos más importantes que provoca la irrupción de ciudades globales, destacando el juego del gobierno local y, especialmente, dilucidando los desafíos y perspectivas abiertas a partir de ésta nueva fase.

Hablando de lo local

Si pensamos en las ciudades inclusivas del siglo XXI, el municipalismo tradicional ya no es suficiente para avanzar en los procesos modernos y democráticos de descentralización y administración que satisfagan adecuadamente todos los campos de intereses generales, tanto políticos como sociales. Por lo tanto, el gobierno local hoy por hoy es el actor político capaz de responder a esos cambios, tanto por su capacidad de proximidad con la población que abarca como por la legitimación de la autonomía local que contribuye protegiendo la capacidad de autoorganización, de poseer competencias y disponibilidad de recursos propios.[2]
Para poder llevar a cabo esta tarea, algunos autores plantean nuevas formas de gestionar desde los gobiernos locales. Una de las metodologías es la nueva gestión pública que a través de una “revolución silenciosa” busca tornar más flexible y eficiente a la administración, contra la burocracia, el clientelismo y la ineficiencia.[3] Dentro de la gestión pública, los gobiernos tienen como rol innovador la construcción de nuevas agendas locales que determinan renovados conjuntos de políticas públicas, como ser la modernización tecnológica, el desarrollo científico, la cuestión ambiental, la identidad cultural, la globalización e integración[4], además de las temáticas clásicas como educación, salud, servicios públicos, entre otros.
Esta modernización e innovación de la gestión pública implica, además de la competitividad, la inclusión de un planeamiento estratégico que incorpore gestión de programas y proyectos, es decir, desarrollar una función gerencial de actividades continuada para poder tener una visión y misión claras y específicas acerca de la ciudad.[5]
Este rol del gobierno local incluye no solamente renovaciones en su forma de gestionar lo público (considerando al Presupuesto Participativo como mecanismo innovador de participación ciudadana adquisición real por parte de la población del poder de decisión sobre cuestiones públicas), sino que también articula sus vínculos con otras administraciones públicas, agentes económicos, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, entre otros.[6] En la actualidad, los gobiernos locales no pueden hacer oídos sordos a la necesidad de interactuar con todos los sectores de la sociedad que lo rodean (también podemos denominar a este punto como principio de subsidiariedad[7]). Algunos autores plantean que en el nuevo rol de los gobiernos locales resulta indispensable la participación activa tanto de agentes públicos como privados en busca de un consenso mayor que estimule la marcha continuada de proyectos, iniciativas, cooperaciones, etc.[8]
Por otro lado, es interesante resaltar tres principios de articulación que cada gobierno local ejerce a saber:
Conectividad: es el vínculo que cada gobierno local debe tener con los circuitos de comunicación, telecomunicación y sistemas de información, tanto a nivel local, regional, nacional y global.
Innovación: o sea, la capacidad de cada gobierno local para generar nuevos conocimientos, aplicados a la actividad económica, obteniendo información estratégica.
Flexibilidad: es decir, la capacidad interna y la autonomía externa de las instituciones locales para negociar sus intereses.[9]

Hablando de lo global.

No solamente es importante rescatar el nuevo rol de los gobiernos locales al interior de las ciudades, sino además saber cuál es el ámbito en el cual se insertan a nivel nacional e internacional.
La globalización provoca nuevos marcos de inserción de los gobiernos locales. Autores como Sassen plantean que las “…ciudades funcionan actualmente como puntos de mando en la organización de la economía mundial (…). Estas metrópolis han llegado a concentrar unos recursos tan inmensos (…) que lo que se plantea es la posibilidad de un nuevo tipo de urbanización, de una nueva ciudad: la ciudad global”.[10] La interacción a nivel mundial de las ciudades globales ha favorecido una nueva organización de las ciudades conectadas entre sí, como ser las eurociudades, las megaciudades, las mercociudades; todas ellas favoreciendo la red de ciudades.
De esta forma, tanto el fortalecimiento de los gobiernos locales como la interconexión a nivel mundial de las ciudades son un proceso en el cual la globalización y la localización se identifican como las fuerzas motoras del desarrollo urbano del siglo XXI.[11]
En este sentido, es tal la importancia de las ciudades que cada vez más adquieren nuevos protagonismos, siendo ellas mismas y sus gobiernos locales centros de decisiones y de políticas innovadoras, siempre relacionándose al Estado Nacional, al resto de las ciudades nacionales e internacionales. La pregunta que cabe aquí realizar es: ¿hasta dónde llega la capacidad hoy en día del Estado de abarcar su funcionamiento?
Entonces, hoy la ciudad ya no sería una esfera encerrada en sí misma, sin capacidad de acción política, económica y cultural, sino conectada en forma novedosa con el mundo que la rodea. De ello hablamos cuando nos referimos a lo local con lo global.[12]
Además de los nuevos roles de las ciudades y sus gobiernos locales, cabe mencionar brevemente el proceso de metropolización que caracteriza a las áreas metropolitanas. Existe dentro del proceso mencionado, una gran complejidad en las interdependencias sociales, económicas, ambientales y político-administrativas dentro de los territorios locales. Es decir, cada vez más las áreas metropolitanas tomaron conciencia del potencial de crear iniciativas de despegue de las múltiples partes directamente tendentes a crear competitividad territorial y, de esa manera, aprovechar los activos locales dentro del área metropolitana para favorecer al desarrollo endógeno.[13]

Desafíos y Perspectivas en el Siglo XXI.

Desde hace varios años se viene desarrollando un procedimiento en el cual los gobiernos locales se insertan en pos de cumplimentar con los desafíos que los Estados Nacionales ya no pueden sostener. En este sentido, cabe mencionar los tres conceptos que hacen a este desarrollo y cuáles son las perspectivas para los gobiernos locales.
Globalización y Economía Global: mediante este fenómeno que incluye nuevas revoluciones y paradigmas de la información, las tendencias en la actualidad apuntan cada vez más a la formación de las megaciudades, desde las cuales se ubican los puntos de conexión del sistema mundial de la comunicación, la cultura, el poder político, la economía global, la concentración de la urbanización, etc. Así, los gobiernos locales deberán tener en cuenta que la competitividad será una cuestión de mayor productividad, que la fiscalidad local debe adecuarse a sus objetivos y que deben actuar mancomunadamente a escala nacional es internacional.[14]
Descentralización: si bien muchos gobiernos locales utilizan el método de la desconcentración administrativa, la descentralización es un mecanismo más complejo de organización territorial, política y social de la ciudad, y no solamente una cuestión de tecnicismo. En este sentido, los gobiernos locales deberán permitir que la descentralización renueve la gestión pública priorizando las necesidades de los sectores populares.[15]
Democratización: como se sabe, el espacio pública es el lugar de la convivencia, del respecto por lo común, por lo compartido. La ciudadanía tiene una fuerte impronta dentro del desarrollo de la democratización en las sociedades. La ciudadanía supone igualdad en el acceso a derechos, y no necesariamente homogeneidad. Así, los derechos deben garantizar todas las diferencias culturales, y los gobiernos locales ser los garantes que amplíen y fomenten la ciudadanización democrática. [16]
A modo de conclusión, podríamos decir que los conceptos de globalización y economía global, descentralización y democratización, están fuertemente imbricados a la relación de lo Global y lo Local, donde los gobiernos municipales deben encarar nuevas dinámicas de gestión en el cuál estos principios son insoslayables.

Sociedad Civil y Estado: elementos para una Esfera Pública No Estatal.

Existe una discusión acerca de si el Estado es quien debe impulsar la participación mediante mecanismos participativos y de autogestión (gestión pública participativa), o si el Estado debe gestionar la participación mediante reglamentos obligados a cumplir por la ciudadanía (gestión de la participación).

La posición que se desarrollará en este trabajo estará referida a la idea de gestión pública participativa. Pero antes resulta necesario indagar en este apartado acerca de la forma de intervención tanto de la Sociedad Civil como del Estado/Gobierno dentro de una esfera pública no estatal.

Según Baiocchi, esfera pública no estatal “es una instancia de discusión pública y no individual”[17], lo cual permite analizar el nivel de debate, la solución de conflictos, las reglas y procedimientos, los participantes, el interés general, etc. O sea, es el espacio de interacción social.[18]

A lo anterior, le sigue aclarar que en esa esfera pública no estatal no suele participar el grueso de la población, porque justamente el nivel de participación ciudadana depende mucho de cada contexto social en cada ciudad. Por eso también vale aclarar que son las redes sociales, o sea las ONG y demás OSC junto con los ciudadanos independientes, los partidos políticos, las asociaciones privadas que se involucran, etc, los que forman la Sociedad Civil; ciudadanos formadores de ciudadanía. El resto de la sociedad vive tras su situación personal.

Por lo tanto, es la Sociedad Civil uno de los elementos constitutivos dentro de esa esfera pública no estatal la que hace política y participa activamente.

Para citar un ejemplo, vale recordar el estallido social del año 2001 en la Argentina. Ese estallido social (en parte provocado políticamente y en parte por reacción voluntaria) reunió a los vecinos en asambleas populares en los barrios a fin de pensar nuevas alternativas para enfrentar lo que se venía.

Sobre esas asambleas, Pablo Rieznik dice que “la impresión dominante (…) es que la causa decisiva que explica el levantamiento popular (…) es la brecha abierta entre representantes y representados. Las propias Asambleas, entonces, plantearían inclusive una salida superadora a tal contradicción al abrir el pasaje de una democracia representativa a una participativa, en la cual el signo dominante sería la horizontalidad de la relación entre sus protagonistas, así como la recreación entre ellos de lazos de solidaridad y confraternización humana” [19]

Otro de los elementos constitutivos es el Estado. Desde el punto de vista que venimos analizando, el Estado no puede ser un mero garante de la Sociedad Civil sino más bien un impulsor de prácticas y mecanismos que contribuyan desde el ámbito de las políticas públicas a fortalecer, promover y concientizar sobre la participación de la Sociedad en su totalidad. O sea, romper el límite del nivel de ciudadanos participativos para ampliar la esfera pública no estatal.

Si bien la Sociedad Civil también debe contribuir con sus prácticas democráticas y cotidianas a involucrar más gente, es el Estado quien, con sus recursos, debe ampliar el espectro de participación ciudadana.

Impulsar mecanismos de participación equivale a decir pensar instancias de consulta, debate y resolución (como circuito constante) para incentivar a los ciudadanos a participar de programas y actividades públicas con el objeto de que ellos mismos sean quienes decidan la orientación y el destino de las medidas económicas, sociales y políticas.

Justamente, la esfera pública no estatal (Sociedad Civil + Estado) promueve la participación en el marco de las decisiones acerca de las políticas públicas, de aquello que aqueja a todo el mundo, a lo compartido. Y el Estado debe tener una fuerte presencia allí.

Por lo tanto, estas cuestiones nos llevan a pensar en por qué surge la necesidad de repensar algunos conceptos que han existido siempre. Por qué es necesaria la participación ciudadana y por qué son necesarios mecanismos de participación impulsados desde el Estado (todo ello: gestión pública participativa).

Y una de las razones es la crisis de representación política e institucional que se viene dando hace tiempo. El representante no representa y la ciudadanía se vuelve necesariamente activa. A partir de ello surge “una transformación de la autoridad estatal y la emergencia de una estrategia de ciudadanía en la que tanto la problemática de la participación ciudadana como la de la descentralización tendrán un lugar central” [20]

Este análisis se puede estudiar mucho mejor empíricamente en casos de gobiernos locales, por ejemplo, el caso de Porto Alegre, Brasil, y la instalación del Presupuesto Participativo como nueva forma de gobernar.

Gestión Pública Participativa: una nueva forma de gobernar.

Si bien el concepto que se busca desarrollar es muy amplio para finalizar su alcance en este trabajo, es inevitable para el campo de la Ciencia Política proponer ideas que contribuyan a pensar en una forma alternativa de manejar y decidir sobre los recursos que cuenta cualquier erario público.

En el apartado anterior, se había mencionado descriptivamente la constitución de una esfera pública no estatal, en la cual se vinculan y relacionan tanto la Sociedad Civil como el Estado.

Ahora bien. Surgen muchos interrogantes a la hora de estudiar de qué forma (herramientas, mecanismos, campañas, discursos, reformas, etc.) la gestión de un gobierno puede transformarse en el marco de una Democracia Participativa, más allá de la transparencia y el control cívico.

En principio, se deberían tener en cuenta ciertos elementos que contribuyan a fortalecer un ámbito propicio para el ejercicio de la gestión pública participativa.

Es necesario que los habitantes dejen de tener un rol pasivo y de beneficiarios para ser verdaderos ciudadanos, y generar la participación en proyectos en el marco de la Sociedad Civil. Porque las condiciones y el clima alrededor del ejercicio ciudadano son los hechos que definen los límites y el potencial de participación así como la efectividad de las iniciativas desarrolladas.[21]

Una gestión pública participativa precisa cinco conceptos para relacionar y desarrollar: redes sociales, recursos, comunicación, información y negociación.[22]

Siguiendo la misma línea, y siempre teniendo en cuenta el ámbito de la esfera pública no estatal, la gestión pública participativa “convoca a la ciudadanía a discutir y elaborar las prioridades presupuestarias de la gestión pública, a través de diversas instancias participativas, como asambleas, foros, comisiones, etc, y de alcances consultivos, deliberativos e incluso resolutivos en el presupuesto...”[23]

Por último, es importante mencionar algunos casos de aplicación del Presupuesto Participativo como primera práctica trascendente a nivel global, que nació en Porto Alegre a fines de los `80 y se extendió no sólo por América Latina sino por toda Europa.

Presupuesto Participativo: construyendo ciudadanía

El Presupuesto Participativo es una herramienta básica y fundamental para el desarrollo de la Democracia Participativa, y una nueva forma de hacer gestión pública.

Así, Romero nos dice “el Presupuesto Participativo es un proceso que permite una radicalización democrática, donde los ciudadanos no delegan la gestión pública, participando desde un espacio público no estatal en las decisiones políticas del Estado. Esto abre paso a mecanismos de consulta como los plebiscitos, referéndums, consultas populares, audiencias públicas, tribunas populares, etc. Esa es la base para la construcción de una Democracia Participativa”. [24]

Nació en Porto Alegre, en 1989 cuando el PT llega al poder en vísperas de repensar el rol del Estado y de la Sociedad Civil. Más allá de su estrategia de atrapar a ciertos sectores de la población, se convierte en una maravillosa herramienta de construcción social, cultural, económica y política.

Además del caso porteño, rosarino, colombiano (donde la instalación del Presupuesto Participativo logró disminuir los niveles de violencia por la inclusión en el proceso de sectores marginados), etc., es interesante mencionar casos más alejados de nuestro continente, para demostrar que es una práctica mundial.

Giovanni Allegretti y Carsten Herzbergcreen que el Presupuesto Participativo “se trata de experimentos concebidos para involucrar a los ciudadanos en la construcción de las prioridades de gasto de las administraciones públicas mediante la organización de ciclos anuales de reuniones públicas y el suministro de otras herramientas de apoyo al perfeccionamiento paulatino de las opciones que se incluirán en los documentos de planificación” [25]

Los autores mencionan en su investigación caso de ciudades europeas con Prepuesto Participativo:

ü Francia (Saint Denis, Bobigny, Morsang-sur-Orge, etc.)
ü Alemania (Vlotho, Umstadt, Emsdetten, Esslingen, Rheinstetten, etc.)
ü Nueva Zelanda (Christchurch, etc.)
ü España (Cataluña, Andalucía, Barcelona, Albacete, Córdoba, Sevilla, etc.)
ü Italia (Nápoles, Venecia, Roma, Milán, Vimercate, Inzago, etc.)

Cada uno de esas ciudades ha ido aplicando su propio Presupuesto Participativo, según la población, el liderazgo político, el contexto histórico, la situación económica, etc.


En el contexto latinoamericano, los casos más salientes son:

ü Brasil (Porto Alegre, São Paulo, Mato Grosso do Sul, Acre, Rio de Janeiro, Belem, Belo Horizonte, Concordia, Constantina, Gravataí, etc.).
ü Argentina (Buenos Aires, Rosario, Resistencia, Río Cuarto, La Plata, Chascomús, Morón, etc.)
ü Uruguay (Montevideo, etc)
ü Ecuador (Quito, etc)
ü Colombia (Medellín, etc)
ü Otros.

Democracia Participativa: una forma de vivir

En el intento de contribuir con aportes desde la Ciencia Política, la Democracia Participativa se presenta como un proyecto alternativo a la situación actual, de crisis del sistema político, institucional.

Existen dos posiciones al respecto: algunos sostienen que la representación ya no alcanza para satisfacer las necedades de la población y hacer política desde la concepción del gobierno como representante del pueblo, y no como gobierno del pueblo. Que las instituciones políticas hicieron crisis y son poco confiables. Que la población se convirtió en mero espectador de lo que sucede en el espacio político.

Entonces, la Democracia Participativa resulta ser una alternativa superadora a la Democracia Representativa, en la cual la ciudadanía es la nueva protagonista de las decisiones públicas.

Otros sostienen que no hay crisis de representación sino de participación. El punto es que los niveles de información, de educación, de interés, etc, por parte de la ciudadanía han superado las instancias de participación clásicas. Uno de los fenómenos que contribuyen a esto es el avance de la globalización y los medios de comunicación.

Por lo tanto, la misma ciudadanía es la que exige mayor participación e interés en los asuntos públicos. No hay crisis por no representación, sino por rupturas y surgimientos en la política y la sociedad. “(…) nos encontraríamos ante una crisis generada por cambios en los ciudadanos y en la política y que supone ante todo nuevos retos y oportunidades, que deben y pueden ser superados con una mayor implicación de la ciudadanía”. [26]

En definitiva, y teniendo en cuenta las dos concepciones, el resultado que se puede obtener es que al menos es indispensable repensar y reflexionar acera del rol de la ciudadanía y del Estado.

Sociedad Civil y Estado, en el ámbito de una Esfera Pública No Estatal, con una nueva forma de gobernar en la Gestión Pública Participativa, con mecanismos de participación ciudadana como el Presupuesto Participativo, todo ello englobado en la Democracia Participativa como una nueva forma de vivir, nos hace pensar que algunas maneras de hacer política y de gobernar ya no alcanzan (o no son suficientes) para salir de las crisis generalizadas.

Bibliografía utilizada para el presenta trabajo

ü Allegretti, Giovanni y Herzberg, Carsten. El retorno de las carabelas: los presupuestos participativos de Latinoamérica en el contexto europeo.

ü Baiocchi, Gianpaolo. Emergent Public Spheres: Talking Politics in Participatory Gobernance. University of Massachusetts, Amherst.

ü Font, Joan. Participación ciudadana y decisiones públicas: conceptos, experiencias y metodologías.

ü Landau, Matías. “Cuando la autoridad estatal de constituye en una cuestión” en Política y participación ciudadana. Ed. Miño y Dávida Editores, 2008

ü Rieznik, Pablo. ¿Qué son las Asambleas Populares? Razón y Revolución, Nro. 10, primavera de 2002, reedición electrónica:
ü http://www.razonyrevolucion.org/textos/revryr/luchadeclases/ryr10-15-rieznik.pdf

ü Romero, Ricardo (Comp.) “Presupuesto Participativo Porteño en el contexto latinoamericano” en Democracia Participativa, una utopía en marcha. Reflexiones, experiencias y un análisis del caso porteño. Red Argentina de Ciencia Política Mariano Moreno. Ed. Cooperativas. 2004

ü Romero, Ricardo. Presupuesto Participativa en Rosario y Buenos Aires: visiones sobre su aplicación. Trabajo presentado en la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo de las Ciudades, Porto Alegre, Brasil. 2008

ü William, Reuben. Civic engagement for development. Creating an enabling environment for civic engagement in development: a world bank perspective. Noviembre, 2000.


Gestión Participativa de las Diversidades
Gestión Local con perspectiva de género e inclusión de grupos vulnerados*
Lic. Ricardo Romero*

En este trabajo desarrollamos una reflexión sobre los ejes de una Gestión Participativa de las Diversidades. Se pretende analizar estrategias especialmente diseñadas y segmentadas según los públicos, desde una perspectiva de género y para la inclusión de grupos vulnerados, brindando un aporte de conceptos teóricos y experiencias empíricas que permitan sostener y dotar de herramientas a los organismos de gobierno y a las organizaciones de la Sociedad Civil para generar prácticas participativas inclusivas.
Cambios generales
De Paris a Durban
Libertad, Igualdad, Fraternidad fueron los principios que inspiraron a los revolucionarios (y revolucionarias, no olvidemos a Marianne) franceses para escribir los Derechos Universales del Hombre. Esa tríada marcó el ingreso de la humanidad a la modernidad, en la cual se pensaba la constitución de un Estado sobre la base del ejercicio pleno de la ciudadanía. Sin embargo, la visión universalista de derechos que orientó a las corrientes modernas como el liberalismo y el socialismo, estuvieron centradas en una homogeneización de los y las ciudadanas poseedoras de los mismos. La contraposición “Civilización/Barbarie” vulneraba los derechos de otras culturas con sus propias pautas y normas de comportamiento.
· Al comenzar el Tercer Milenio, la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia organizada por las Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica, del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001, para dar un nuevo impulso a la lucha contra estos flagelos en las sociedades modernas, fue el tercer encuentro internacional de esta magnitud sobre el tema, tras los que se celebraron en 1978 y 1983 en Ginebra. Esta conferencia marca el tercer Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial (1993-2003) proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 1993 (Resolución A/48/91).[27]
La Conferencia de Durban se presenta como un punto de inflexión sobre la concepción de los Derechos Humanos y la visión de la ciudadanía, donde se pasa se la idea de Fraternidad de “iguales y libres” al marco del ejercicio de la Libertad y la Igualdad desde la Diversidad, y en la cual el respeto y la inclusión son el punto de partida de la integración social.
Formación del Estado Nacional
Como nos señala Eric Hobsbawm, la modernidad estuvo montada sobre dos grandes revoluciones: en lo “político”, la francesa y en lo “económico”, la inglesa [28]. En lo que refiere al Estado Moderno, su base institucional se limitaba a garantizar la “Igualdad, Fraternidad y Libertad” postulados para todos los ciudadanos (y ciudadanas, diríamos hoy) sobre la base de una economía de mercado que convertía eventualmente a todos/as los/as integrantes de la sociedad en virtuales mercaderes. El creciente progreso material que experimentaba la humanidad, legitimó el discurso de la Ilustración.
Sin embargo, la expansión de las relaciones capitalistas en el siglo XIX, mostró las consecuencias sociales negativas de la mercantilización de la fuerza de trabajo, que bajo la forma de explotación, generaba una fuerte contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y el constante aumento de la pauperización social, socavando las bases de la ciudadanía formal del Estado Liberal, algo que lúcidamente estudió Carlos Marx a lo largo de su obra.
Durante la crisis del ´30, los principios de autorregulación mercantil fueron cuestionados y se replantearon las bases de la economía de mercado. Con ello, el Estado tomó una nueva forma, asumiendo la regulación de la economía y extendiendo sus responsabilidades para tomar a su cargo la protección de derechos sociales como educación, salud, vivienda, etc, modelo que se daría a conocer como Estado de Bienestar.
Hacia 1970, se replantearían las dinámicas de acumulación de capital y de capacidad del Estado de Bienestar. La inflación combinada con recesión, cuestionaría las formas de intervención del Estado y propiciaría nuevas modalidades de regulación. A su vez, la trasnacionalización de los procesos productivos, provocaría una crisis del Estado nacional y la formación de niveles regionales de mercantilización y reproducción de capital.
La respuesta a la crisis sería una reformulación del rol del Estado, con una creciente privatización de los derechos sociales, concebidos ahora como servicios, y la consecuente mercantilización de su prestación, todo esto acompañado de una descentralización de las demandas hacia unidades subnacionales, que deben asumir nuevos roles y dinámicas ciudadanas.
Del Estado Nación a la Ciudad Global
La globalización provocó un profundo cambio en las estructuras sociales. Las transformaciones del tipo societal industrial del Estado Nación parecieran dar lugar a una forma combinada posindustrial globalizada.
Sostiene Manuel Garretón que este nuevo tipo societal no es una ruptura con la sociedad feudal y capitalista; antes bien, se trata de una compleja combinatoria de al menos dos tipos societales: el industrial del Estado Nación y el posindustrial globalizado. [29]
Esta descripción conceptual critica la idea de posmodernidad. En la idea de Garretón, se estarían dando diversas combinaciones de la Modernidad, diversas modernidades, en las cuales se cambia la concepción de desarrollo. Lo que se presenta en la actualidad es una combinación de ambos modelos societales, que se describen como:
a) Tipo Industrial de Estado Nación: cuyos rasgos característicos hacen eje sobre la producción y la política. La configuración de las instituciones articula economía, organización social, cultura y política. Además, hay una correspondencia teórica entre ética y moral. Como principio básico de la sociedad industrial del Estado-Nación se postula su necesaria estructuración con arreglo a normas.
b) Tipo Pos-industrial Globalizado: donde se verifica un cambio de forma de la sociedad industrial hacia una estructura indefinida, con la irrupción de nuevos espacios de configuración social. Esta metamorfosis se basa en dos puntos sustanciales: un proceso de globalización (articulación económica y cultural y de debilitamiento del Estado Nación) y una fuerte reafirmación de identidades, con la consecuente disgregación de las visiones.
El planteo básico de Garretón es que no existe una polis propiamente dicha, porque se pierde la centralidad del Estado, dándose una cierta referencialidad de Sociedad Civil Trasnacional, donde las demandas ahora se llevan a espacios de organizaciones multinacionales. Si bien Garretón suma a éstas diferenciaciones otros aspectos que tienen que ver con la exclusión social que produce la sociedad posindustrial globalizada, aquí nos detendremos a pensar otra tendencia del proceso: la descentralización y nuevo rol que juegan las ciudades, ahora como nodos de funcionamiento.
La rearticulación que propone la sociedad posindustrial globalizada, pone de manifiesto el rol que juega en la actualidad el contexto internacional, a la vez que descentraliza las problemáticas que antes se demandaban al Estado Nación. Si bien es cierto que los “grandes” temas pueden ser formulados a escala global, lo cierto es que los temas “reales” son resueltos a escala local. En ese sentido, la descentralización de funciones estatales confiere a las ciudades características similares a las asumidas en otro momento por el Estado Nación. [30]
El papel jugado por la ciudad consiste en activar una relación real de la sociedad con la Globalización, por un lado, y la ciudadanía, por el otro.[31] Por eso, corresponde hablar de un Tipo de Ciudad Global diferente al rol que desempeñaba la ciudad en el tipo sociedad industrial de Estado Nacional, caso en el que generalmente formaba parte de un conglomerado urbano articulado con un espacio rural que delimitaba el mercado nacional.
Ese tipo de ciudad se especializaba dentro de una división internacional del trabajo. En tanto que ahora la Ciudad Global es más bien un nodo dentro del funcionamiento de un sistema productivo e informativo mundial. Ante las complejidades enunciadas por Garretón en el tipo societal, la Ciudad Global presenta una tendencia contradictoria e interactuante: entre lo local y lo global, entre lo comunitario y lo social, entre lo moderno y lo tradicional.[32]
En este sentido, si queremos acercarnos a una definición de Ciudad Global, podríamos tomar las primeras referencias de Saskia Sassen[33], quien comienza a usar el concepto para analizar las nuevas acciones y roles de ciudades como Nueva York, Londres y Tokio, a partir del desmantelamiento de los centros industriales, característicos del tipo societal industrial del Estado Nación.
En este marco, la intensa trasnacionalización de la actividad financiera en una red de operaciones a escala mundial, provoca un emergente de desarrollo urbano diferenciado y complejo, que se caracterizaría por una organización de la actividad económica espacialmente dispersa pero a la vez globalmente integrada, en la cual las grandes ciudades están llamadas a desempeñar un rol estratégico.
Características de la Ciudad Global
La Ciudad Global se caracteriza por tener nuevas funciones: es un punto de comandos altamente concentrados desde el cual se organiza la economía mundial, constituye la localización clave para las actividades financieras y los servicios avanzados a la producción, que han reemplazado a la industria como sector económico dominante y centro del dinamismo del sistema capitalista, y son a la vez lugares de producción e innovación del mercado para los productos y las innovaciones generadas en los sectores financiero y de servicios avanzados.[34]
El aglomeramiento industrial es desplazado por una red centralizada, articulada con el espacio mundial, donde la Ciudad Global constituye un nodo en la producción y reproducción mundial. Esto lo permite la telemática, mediante la cual se desarrollan múltiples funciones al mismo tiempo. Por ejemplo, escribo este paper, estoy trabajando, estoy chateando, googleando y tomando mate. Todo a la vez en Buenos Aires, pero estudiando con brasileños, leyendo diarios norteamericanos, hablando con amigos europeos y comprando en Mercado Libre. Todo a la vez.[35]
Esto no sólo modifica las relaciones intersubjetivas, sino que afecta necesariamente a la estructura social, donde el desarrollo económico no está direccionado u orientado por una clase dominante, sino que está condicionado y subsumido a la cola de los globalizadores.[36]
Además, para incluirse en esta nueva era global, es necesario tener una alta formación y un acceso a divisas clave, como el dólar o euro, contrariamente a la tendencia del tipo societal industrial de Estado Nación, donde la estandarización y la moneda local eran base del mercado interno.[37]
Generalmente, este acceso informático se puede alcanzar con mayor facilidad en una Ciudad Global, donde estén expandidos los sistemas de comunicación. La base de la economía en una Ciudad Global deja de ser el sector manufacturero, la fábrica es desplazada por los shoppings.[38]
Las expansión de nuevos sectores se concentran en servicios diferenciados, donde los sectores sociales de altos ingresos, comienzan a demandar servicios personalizados, como peluquería, limpieza, seguridad y, especialmente, el delivery, actividades de baja formación, lo que genera una fuerte diferenciación social.[39]
Sin dudas, esto modifica la relación tradicional entre physis y polis, dando lugar a un escenario en el que la ciudadanía por nacionalidad se difumina ante las dinámicas migratorias, los vínculos sociales, la volatilidad informativa y la virtualidad del pensamiento. Además, si antes la técnica se manifestaba como medio de resoluciones de problemas, hoy se convierte en nuestro sentido de vida mismo y desarrolla nuevos entornos sociales.[40] Nuevas complejidades de una estructura social que analizaremos en el próximo punto.
Fuente: Keeling, 1995, p. 122
Estructura Social en la Ciudad Global
Este proceso de concentración, descentralización y desintegración impacta en las estructuras sociales generando simultáneamente un doble efecto: inclusión y exclusión. Inclusión de aquellos que tienen acceso al mundo tecnológico y exclusión de quienes no lo tienen. Se trata de procesos que resultan traumáticos para América Latina, como puede observarse en el caso mexicano, donde la descentralización de los polos de crecimiento provocó la desindustrialización y el aumento de la pobreza, mientras que el Distrito Federal aún sigue siendo un nodo importante en la estructura mundial.[41]
En este proceso, tal como señalan Garretón y Sassen[42], las mujeres, como sujeto social, sufren el mayor impacto en este proceso, que se expresa en una multiplicidad de cambios que las afectan, desde la desestructuración de los lazos institucionales imbricados en la familia, pasando por su inserción en el mercado laboral, hasta su nuevo rol en la sociedad. Como señalaría Engels, toda sociedad articula relaciones sociales de producción y reproducción[43]. En este sentido, notamos que la Ciudad Global provoca una profunda crisis en las políticas de reproducción social.[44]
El incesante desarrollo tecnológico modifica el perfil de los jóvenes, quienes tienen que extender su formación, deviniendo en “doctores” a los 25 años y reconfigurando el perfil de la juventud. Si en los años sesenta teníamos “estudiantes que trabajaban”, ahora ostensiblemente se presenta la situación de que hay “trabajadores que estudian”, lo que implica un fuerte proceso de salarización del estudiantado universitario.[45]
La contraparte de este proceso, es el fuerte envejecimiento de la sociedad, tendencia demográfica que no sólo afecta la estructura fiscal de los Estados de Bienestar, sino que genera además nuevas necesidades sociales que implican el desarrollo de ámbitos y espacios para la tercera edad.[46]
Una Ciudad Global está constantemente vinculada a la migración, lo que necesariamente genera concentraciones intraurbanas (barrio chino, barrio coreano, barrio x), lo que a su vez implica fuertes diferenciaciones culturales y pone de relieve la necesidad de políticas de tolerancia y adaptación.[47]
Estas tendencias parecen disolver las clásicas instituciones de la modernidad: escuela, matrimonio, trabajo, monogamia, empleo, etc., dejando una modernidad líquida que torna efímeras las relaciones sociales.[48]
Una propuesta de Gestión para las Ciudades
Coalición de Ciudades
Con este cambio de contexto, la UNESCO diseñó una estrategia integrada respondiendo a las recomendaciones de la III Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, celebrada en Durban. Así se crea la Coalición de Ciudades Latinoamericanas y del Caribe contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación, en Nüremberg en el marco de la IV Conferencia Europea de Ciudades por los Derechos Humanos, donde se impulsó la incorporación de las ciudades como espacios privilegiados para enfrentar esta problemática.
Consecuentemente, la Coalición de Ciudades Latinoamericanas y del Caribe contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación quedó integrada por numerosas ciudades. Hoy ejerce su presidencia Ricardo Erlich, intendente de la ciudad de Montevideo, impulsora de la coalición junto a UNESCO, y la vicepresidencia está a cargo de Martín Sabbatella, cuyo intendente de la ciudad de Morón, provincia de Buenos Aires.
Desde Septiembre de 2007, el INADI conforma parte del Comité Ejecutivo de la Coalición de Ciudades Latinoamericanas y del Caribe contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación. El Programa cuenta con el auspicio institucional y político de la UNESCO para su activación, hecho que ha sido acordado entre el Consejero Regional de la UNESCO y la Presidenta del Instituto, la Dra. María José Lubertino.
Programa Ciudades Libres de Discriminación del INADI
Inicialmente este programa fue presentado en ocasión del lanzamiento de la Coalición de Ciudades Latinoamericanas y del Caribe contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación, que se llevó a cabo durante los días 25 y 26 de octubre de 2006, en la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.
El 9 de Abril de 2008, la Presidenta del INADI, Dra. María José Lubertino, firma la Disposición Nº 66/08 creando formalmente el PROGRAMA CIUDADES LIBRES DE DISCRIMINACIÓN, con el fin de proponer medidas específicas y eficientes para desarrollar políticas públicas municipales tendientes a erradicar prácticas discriminatorias, xenófobas o racistas.
Este Programa es concebido como una política intergubernamental y está destinado a los estados municipales de todo el territorio nacional y tiene por objetivo dar impulso a políticas públicas activas, a partir del trabajo conjunto del INADI y los distintos gobiernos locales.
Mediante la Disposición Nº 66/08, por la cual se establece el Programa Ciudades Libres de Discriminación, se invita a todos los municipios a firmar el convenio de adhesión suscribiendo al Decreto 1086/05 en los términos del Art. 4º del mismo, que invita a las Provincias, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y a los Municipios provinciales a adherir a sus disposiciones y a participar en los estudios y acciones necesarios para la formulación del Plan Nacional contra la Discriminación.
A través de la actividad de las delegaciones del INADI se está trabajando en forma continua para lograr la adhesión de todos los municipios del país y, en aquellos que ya han firmado el convenio de adhesión, para que inicie, profundice y complemente el desarrollo e implementación de programas y políticas antidiscriminatorias.
Como parte de ese trabajo, varios municipios están implementando, conjuntamente con el INADI, programas y proyectos de desarrollo local, como es el caso del proyecto Consenso de Estado contra la Discriminación por Género, que se está ejecutando en 22 municipios.
En el marco del Programa, los municipios reciben la asistencia técnica en Gestión Participativa de las Diversidades, por parte del Grupo de Estudios sobre Democracia Participativa del Programa de Reconocimiento Institucional de la Secretaria de Investigación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (Res. C.D. Nº 3407/08).
Sus experiencias de gestión son monitoreadas por el Observatorio Local de Democracia Participativa (http://www.ciudadparticipativa.com.ar/) y el Observatorio Internacional de Democracia Participativa (http://www.oidp.net/). Por esta razón, el INADI auspicia las VII Jornadas de Democracia Participativa a realizarse el 23 de septiembre de 2008 (http://www.demosparticipativa.com.ar/) y participará de la 8º Conferencia Internacional de Democracia Participativa, a realizarse en la Ciudad de La Paz, Bolivia, los días 19 a 21 de noviembre de 2008.
Como parte de las acciones del Programa, se desarrollan los Seminarios Regionales, herramienta mediante la cual se capacita a los/as intendentes/as, funcionarios/as y concejales/as a efectos de facilitar la organización de acciones posteriores en función del Plan Nacional contra la Discriminación.
Los mismos se estructuran en relación con los siguientes ejes transversales: Racismo, Pobreza, y Exclusión Social y Estado. Las áreas de análisis que abarcarán son: Etario, Étnico-Nacional, Género, Identidad Sexual, Migrantes y Refugiados, Necesidades Especiales, Político e Ideológico, Religión y Situaciones Particulares.
El día 14 de mayo de 2007 se llevó a cabo en el Auditorio José Manuel Eliçabe de la Fundación Ecocentro Marpatagonia, en la ciudad de Puerto Madryn, provincia de Chubut, el primer seminario regional con el fin de impulsar en esta región del país la adhesión al Programa Ciudades Libres de Discriminación.
Los días 13 al 17 de febrero de 2008, el Director de Políticas contra la Discriminación, Lic. Ricardo Romero, participó de la Conferencia Mundial de Desarrollo de Ciudades, realizado en la ciudad de Porto Alegre, Brasil.
El día 16 de mayo de 2008 se realizó el segundo seminario regional en el Noreste argentino, NEA, que comprende las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa y Chaco. El mismo tuvo lugar el Hotel Provincial de Turismo de la ciudad de Corrientes, capital de la provincia, con la presencia de autoridades nacionales, provinciales y municipales y la participación de panelistas internacionales, nacionales y locales. También estuvieron presentes los delegados de las provincias de la región.
Los próximos encuentros regionales se llevarán a cabo en la ciudades de Salta (29 de agosto), La Plata (5 de septiembre), Cosquín (28 de Octubre) y Chamical (29 de Noviembre) del corriente año con la participación de los municipios de las provincias de las regiones: NOA, Buenos Aires, Centro y Cuyo.
Ya han firmado el convenio de adhesión al Programa 85 municipios de 15 provincias, la Federación Argentina de Municipios y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -a través del programa específico Comunas Libres de Discriminación- ya se han designado los responsables de los Grupos Promotores en 6 comunas.[49]
Nuevas Políticas
Nueva Democracia
Ante la formación del Estado, los teóricos contemporáneos no tenían dudas sobre la base contractual de su constitución. Sin embargo, debatían sobre el alcance de dicho pacto. Partiendo de la Delegación plena en Hobbes, pasando por la Delegación condicional de Locke, hasta la no Delegación y Soberanía activa de Rousseau, la forma de Democracia estuvo en debate. [50]
Con la figura de Gobierno Representativo, se pretendió dar un equilibrio entre la República con un mandato delegado y la Democracia de base igualitaria. En ese sentido, los representantes del pueblo, obtienen un mandato delegado por aquellos ante quienes tienen que responder. Este sistema daba sustento a una “Democracia Representativa” que tendrá su consolidación con el Estado de Bienestar, la cual regulaba el desarrollo capitalista y a la vez, el ejercicio de los derechos.
Frente a la Crisis del Estado de Bienestar, la respuesta de los estados capitalistas fue el despliegue de políticas neoliberales, que restringían la gestión de derechos sociales y con ello provocaban la deslegitimación de las democracias representativas, a consecuencia de la reorientación de las políticas públicas que brindaban contención social a la República en el capitalismo occidental. [51]
Esta crisis de representación es producto de un modelo de acumulación excluyente, que desmantela estructuras productivas y controles institucionales, restringiendo el rol del Estado al de una mera administración pública, donde existe cierta tendencia hacia la profesionalización de la política, pero acotándola a la simple actividad de gestión de la cosa pública, donde los tecnócratas pasan a tener mayor capacidad que los políticos tradicionales, o en su defecto, ejecutan políticas que se presentan como neutras, pero son concebidas en el marco conceptual del neoliberalismo. [52]
Un concepto de Democracia que se oriente a comprenderla como Gobierno del Pueblo, resulta sumamente distorsionado en este contexto. Claramente se produce un hiato entre la Sociedad Civil y el Estado, por la subordinación de los mandatados al designio de los organismos internacionales de crédito o de los grupos económicos, dejándonos en una virtual dictadura del mercado. [53]
Presupuesto Participativo
La aplicación del Presupuesto Participativo se presenta como una vía para recuperar la legitimidad democrática que es interpelada por sectores sociales que se ven excluidos socialmente y vulnerados en sus derechos. Se busca en ese sentido, generar nuevas bases en la relación entre Estado y Sociedad Civil.
Este mecanismo de gestión participativa, que se implementa con éxito desde 1989 en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, actualmente, se aplica en más de 200 ciudades de ese país. Inclusive, esta experiencia se ha desarrollado con resultados satisfactorios, a escala provincial en los Estados de Acre y Matto Grosso do Sul. En tanto que, a nivel internacional, el Presupuesto Participativo se instrumenta en ciudades de España, Francia, Colombia, Canadá y Estados Unidos. En Argentina, tras la crisis de diciembre de 2001, ciudades como Buenos Aires, La Plata, Avellaneda, Rosario, Córdoba, Río Cuarto, Bariloche, Campana, entre otras, han estudiado o ensayado su implementación.
En este sentido, en un contexto donde la caída del Muro de Berlín y la crisis del Estado de Bienestar interpelaron fuertemente las propuestas del campo socialista y afectaron a los incipientes modelos de desarrolla latinoamericanos. El avance arrollador del neoliberalismo impuso su pensamiento único en la política que redujo el concepto de gobernar al de una mera administración de lo público.
Así, mientras la plataforma neoliberal somete el armado presupuestario a la supervisión de los organismos crediticios internacionales y al esquema de equilibrio fiscal, con la práctica del Presupuesto Participativo se procura ir contra la corriente y mantener el principio de “gobierno popular”, al menos en la visión de sus fundadores.
La nueva propuesta convoca a la ciudadanía a intervenir de forma directa en las instancias de elaboración del presupuesto. A través de Asambleas Populares, Foros Temáticos o Consejos de Planificación, la población participa en un aspecto central de la administración pública, el manejo del gasto. La determinación de las prioridades en la estructura de partidas presupuestarias replantea el desarrollo de la Democracia misma. Repolitizar la gestión pública, repensar las políticas estatales, abrir la participación a nuevos sectores sociales y generar una redistribución de los recursos y el poder mismo, marcan un nuevo horizonte en el ejercicio de la ciudadanía y en la política en sí.
Conceptualización
Llegado este punto, podemos afirmar que:
Es preciso comprender que el Presupuesto Participativo no es un sistema sino un proceso. Se trata de una construcción colectiva que se va desarrollando en cada lugar a partir de sus particularidades políticas y sociales, que puede tener avances y retrocesos, éxitos y fracasos. Por lo tanto, no se puede implementar a partir de la copia de un modelo. Cada experiencia debe construir su propia metodología participativa.
En este sentido, la forma de aplicación del Presupuesto Participativo depende de los objetivos que conformen la Base Política del proceso de gestión. Por otra parte, es importante comprender la Base Social en la que se quiere desarrollar el Presupuesto Participativo, teniendo presente el grado de participación existente, que fijaría puntos de partida desde donde y cómo generar participación. Por último, la Base Institucional es un límite a tener presente, básicamente en lo que se refiere a los procedimientos legales, institucionales y administrativos del diseño del Presupuesto Participativo.
En síntesis, pueden postularse tres niveles:
• A nivel de lo institucional: Cabe destacar que las nuevas constituciones rescatan la idea de Democracia Participativa, incorporando institutos con Consulta y Decisión. Estos preceptos deben estar radicalizados en las propuestas de participación que se generen y propongan.
• A nivel de lo social: La implementación del Presupuesto Participativo dependerá en gran medida de la capacidad de potenciar las formas elementales de participación comunitaria a través de clubes, sociedades de fomento, cooperadoras escolares, etc. Es imprescindible impulsar una Sociedad activa con capacidad de autoorganización.
• A nivel de lo política: Por un lado, el compromiso del partido de gobierno con la dinámica participativa es de suma importancia para apuntalar el proceso del Presupuesto Participativo. A su vez, el PP dinamiza la relación entre gobierno y oposición en la medida que puede contribuir a fortalecer la obra de gobierno que es consensuada por la población.
Gestión de las Diversidades
Como vimos, el paso hacia un tipo societal posindustrial globalizado agrega al debilitamiento del Estado Nación y la descentralización de los procesos productivos una nueva configuración de las Ciudades. De esta manera, se reconfiguran los espacios geográficos y los nexos entre las ciudades, cambiando sus estructuras sociales y sus visiones culturales.
Además, las Ciudades deberán enfrentar la nueva dinámica de los espacios que genera la globalización, teniendo sus problemas como megalópolis (especialmente en lo que refiere a infraestrctura) combinadas con la relación mundial (especialmente productivas).[54] El desafío que se plantea es cómo mantener la identidad cultural frente a un consumo masivo trasnacional, especialmente, siendo capaces a la vez de sostener el cultivo de la vida cívica, participativa y democrática.[55]
Cualquier posibilidad de concebir un proyecto emancipatorio requerirá tener presentes estos cambios, con la mira puesta en reconstruir la política desde lo local hacia lo global. Necesariamente, la gestión de la Ciudad debe pensarse bajo la lógica de la Diversidad. Planificar para la inclusión social, diseñar espacios inclusivos para niños/as, jóvenes y adultas/os mayores. Desarrollar sistemas de transporte con seguridad para niños/as y mujeres. Prevenir construyendo espacios seguros y accesibles para personas con movilidad reducida. Impulsar actividades educativas y culturales que respeten las religiones, ideologías y cosmovisiones.
Decálogo para una Gestión Participativa de las Diversidades
1. Visibilizar y concientizar sobre prácticas discriminatorias
2. Generar espacios de participación, especialmente de grupos vulnerados
3. Planificar con accesibilidad la infraestructura urbana
4. Gestionar con Perspectiva de Género
5. Desarrollar planes de Igualdad de Trato en la Administración Pública
6. Aplicar políticas afirmativas para grupos excluidos
7. Diagramar corredores seguros, especialmente mujeres y niñas/as
8. Propiciar actividades multiculturales e interreligiosas
9. Proyectar espacios públicos amigables y sustentables ambientalmente
10. Garantizar los medios de acceso a Derechos
Libertad – Igualdad - Diversidad
Si la consigna en las calles de París de 1789 fue “Libertad-Igualdad-Fraternidad”, los cambios acaecidos a nivel mundial y el avance de los derechos y concepciones políticas pueden verse reflejadas en las calles de Buenos Aires, en la Marcha del Orgullo Lésbico-Gay de 2007, bajo la consigna “Libertad-Igualdad-Diversidad”.
Mientras la ruptura con el absolutismo monárquico nos hacia la propuesta de garantizar la libertad a través de una fraternidad de iguales, el ingreso al nuevo milenio nos marca el desafío de garantizar el pleno ejercicio de la libertad bajo el reconocimiento de la diversidad en el pleno respeto de la igualdad. Cabe entonces pensar una Ciudad que pueda generar políticas públicas inclusivas, donde se respeten los Derechos Humanos e impere la No Discriminación.
En este sentido, desarrollamos una reflexión sobre los ejes de una Gestión Participativa de las Diversidades, a la cual pretendemos introducirnos desde el aspecto instrumental técnico del armado presupuestario, pasando por la articulación de políticas públicas en diversas áreas como salud, educación, medio ambiente y otras, hacia la comprensión de la radicalización democrática desde la participación ciudadana.
Se pretende analizar estrategias especialmente diseñadas y segmentadas según los públicos, desde una perspectiva de género y para la inclusión de grupos vulnerados, a fin de facilitar a la Sociedad Civil, en especial a sectores de menores recursos, el acceso a los procedimientos institucionales de los mecanismos participativos (Implementado en forma complementaria a los procesos de Gestión Pública Participativa).
Por último, proponemos aportar conceptos teóricos y experiencias empíricas que permitan sostener y dotar de herramientas a los organismos de gobierno y a las organizaciones de la Sociedad Civil para generar prácticas participativas inclusivas. De tal manera, la Gestión Participativa de las Diversidades implica generar políticas públicas que piensen una ciudadanía multicultural y compleja, donde los aspectos sociales, generacionales y de género estén contemplados al momento de diseñar y planificar la acción estatal.
Esperamos haber generado una reflexión al respecto y encontrar en esta propuesta un avance hacia las Ciudades Libres de Discriminación.


· Lic. en Ciencia Política. Universidad de Buenos Aires. Orientado en Estado, Administración y Políticas Públicas. Posgrado en Educación Superior FLACSO. Diploma Superior en Economía Brasileña. UNSAM. Maestría en Historia Económica y Políticas Económicas. UBA. Tesis en Evaluación.
· Doctorando en Ciencia Política. Orientación América Latina. UNSAM. Candidato a Doctorado en Ciencias Sociales FCS-UBA http://www.ricardoromeroweb.com.ar/
· Director Observatorio Local de Democracia Participativa http://www.ciudadparticipativa.com.ar/
· Director General: Dirección de Políticas contra la Discriminación Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo http://www.inadi.gov.ar/
* Estudiante de Ciencia Política, siguiendo la Orientación en Estado, Administración y Políticas Públicas. Presidenta de la Asociación Civil Mariano Moreno. Con experiencia en temas de Democracia Participativa, coordinación de procesos y prácticas de participación ciudadana, elaboración y ejecución de proyectos en la temática.
[2] Borja, Jordi y Castells, Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Taurus. Barcelona, 1997 / Cap. V – Pág. 150, 151.
[3] Assies, Willem. La descentralización en perspectiva. Pág. 8
[4] Schweinheim, Guillermo. Competitividad, agendas locales, gestión municipal y competencias gerenciales públicas en contextos de modernización. Pág. 5, 6.
[5] Ídem. Pág. 7
[6] Borja, Jordi y Castells, Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Taurus. Barcelona, 1997 / Cap. V – Pág. 139
[7] “(…) las decisiones sean adoptadas en el nivel más próximo posible al ciudadano, en la medida que se aseguren la transparencia y la eficacia de la acción de los poderes públicos”. Iturburu, Mónica. Municipios argentinos. Publicaciones del INAP.
[8] Borja, Jordi y Castells, Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Taurus. Barcelona, 1997 / Cap. V – Pág. 143
[9] Borja, Jordi y Castells, Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Taurus. Barcelona, 1997 / Cap. 1 Pág. 33
[10] Sassen, Saskia. La ciudad global. Princeton University Press. 1991 Pág. 41 y 42.
[11] Iturburu, Mónica. Municipios argentinos. Publicaciones del INAP. Pág. 22
[12] Ídem. Pág. 23
[13] Klink, Jeroen. “Perspectivas recientes sobre la organización metropolitana. Funciones y gobernabilidad” en Cuadrado Roura, Juan; Guell, José y Rojas, Eduardo. Gobernar las metrópolis. Washington, 2003.
[14] Borja, Jordi y Castells, Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Taurus. Barcelona, 1997 / Cap. 1y 2 Pág. 32, 33, 50 y 51
[15] Assies, Willem. La descentralización en perspectiva. Pág. 6
[16] Borja, Jordi. “Ciudadanía y Globalización” en Documentos de Políticas Sociales. Cuaderno N° 29. GCBA, 2001 Pág. 114

[17] Baiocchi, Gianpaolo. Emergent Public Spheres: Talking Politics in Participatory Gobernance. University of Massachusetts, Amherst.
[18] Esa discusión pública puede organizarse a través de asambleas, foros, plenarios, comisiones, etc.
[19] Rieznik, Pablo. ¿Qué son las Asambleas Populares? Razón y Revolución, Nro. 10, primavera de 2002, pág. 1 reedición electrónica: http://www.razonyrevolucion.org/textos/revryr/luchadeclases/ryr10-15-rieznik.pdf
[20] Landau, Matías. “Cuando la autoridad estatal de constituye en una cuestión” pág. 56 en Política y participación ciudadana. Ed. Miño y Dávida Editores, 2008
[21] William, Reuben. Civic engagement for development. Creating an enabling environment for civic engagement in development: a world bank perspective. Noviembre, 2000.
[22] Ídem.
[23] Romero, Ricardo. Presupuesto Participativa en Rosario y Buenos Aires: visiones sobre su aplicación. Trabajo presentado en la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo de las Ciudades, Porto Alegre, Brasil. 2008
[24] Romero, Ricardo (Comp.) “Presupuesto Participativo Porteño en el contexto latinoamericano” en Democracia Participativa, una utopía en marcha. Reflexiones, experiencias y un análisis del caso porteño. Red Argentina de Ciencia Política Mariano Moreno. Ed. Cooperativas. 2004
[25] Allegretti, Giovanni y Herzberg, Carsten. El retorno de las carabelas: los presupuestos participativos de Latinoamérica en el contexto europeo.
[26] Font, Joan. Participación ciudadana y decisiones públicas: conceptos, experiencias y metodologías.
· Trabajo presentado en el VIII Congreso Nacional y I Congreso Internacional Sobre Democracia 'DESAFIOS Y OPORTUNIDADES PARA LA DEMOCRACIA LATINOAMERICANA DEL SIGLO XXI'-, 01 al 04 de Septiembre de 2008, Rosario, Argentina. Organizado: Universidad Nacional de Rosario. Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Secretaría de Asuntos Académicos del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales
· Lic. en Ciencia Política. Universidad de Buenos Aires. Orientado en Estado, Administración y Políticas Públicas. Posgrado en Educación Superior FLACSO. Diploma Superior en Economía Brasileña. UNSAM. Maestría en Historia Económica y Políticas Económicas. UBA. Tesis en Evaluación.
· Doctorando en Ciencia Política. Orientación América Latina. UNSAM. Candidato a Doctorado en Ciencias Sociales FCS-UBA http://www.ricardoromeroweb.com.ar/
· Director Observatorio Local de Democracia Participativa http://www.ciudadparticipativa.com.ar/
· Director General: Dirección de Políticas contra la Discriminación Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo http://www.inadi.gov.ar/
[27] Las metas y objetivos del tercer Decenio son análogos a los de los decenios anteriores y consisten en “promover los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción alguna de raza, color, linaje u origen nacional o étnico, …, eliminar la persistencia de las políticas racistas, contrarrestar el surgimiento de alianzas basadas en la adhesión común al racismo y la discriminación racial; …; identificar, aislar y disipar las falaces y míticas creencias, políticas y prácticas que contribuyen al racismo y a la discriminación racial y poner fin a los regímenes racistas”.
[28] Hobsbawm, Eric, La era de las revoluciones, varias ediciones.
[29] Garretón Manuel, “En qué sociedad vivi(re)mos? Tipos societales y desarrollo en el cambio de siglo”, Mimeo. 1997.
[30] Quintana, Francisco, “Ciudad, metrópoli y mundo global/local”, Atenea Digital, n 6: 66-79. 2004.
[31] Bickford, Susan, “Constructing Inequality: City Spaces and the Architecture of Citizenship”, Revista Political Theory, Vol 28, Nº 3. (junio 2000), pp. 355-376.
[32] Castells, Manuel, “La Ciudad entre lo local y lo global”, http://www.ieg.csic.es/age/temas/04-04-ciudad.htm
[33] Sassen Saskia, La Ciudad Global. Nueva York, Londres, Tokio. Eudeba 1999. The global city. New York, London, Tokyo: Princeton University Press, Princeton, 1991.
[34] Brenner, Neil, “La formación de la Ciudad Global y el reescalamiento del espacio del Estado en la Europa occidental posfordista”, http://www.accessmylibrary.com/coms2/summary_0286-4658076_ITM
[35] Fratarelli, Nicolás, “La Ciudad Nodo, la ciudad Nada”, Boletín ALAIC, Año IV, Boletín Comunicación 18, Agosto 2004. http://www.eca.usp.br/alaic/boletin18/final/boletin18_indice.htm
[36] Cuervo González, Luis Mauricio, “Pensar el territorio: los conceptos de la ciudad-global”, CEPAL, ILPES, 2003.
[37] Aglietta, Michel, El fin de la divisa Clave, .
[38] Rosas Chávez, Patricia, “E-learning: ¿construyendo una nueva identidad en la ciudad?, http://www.mt.udg.mx/contenidos/283/print/
[39] Muxi, Zaida, “La ciudad dual o el reto de la globalización sobre las ciudades”, Web: Ideas@sostenible Año 3 Nº 14, marzo de 2006.
[40] Echeverría, Javier, “Naturaleza, Ciudad Global y Teletecnologías”, Instituto de Filosofía, CSIC.
[41] Parnreiter, Christof, “Ciudad de México el camino hacia una ciudad global”, EURE, Santiago, v.28, dic. 2002.
[42] Saskia, Sassen, “Las mujeres en la Ciudad Global: explotación y empoderamiento”. Mimeo.
[43] Engels, Federico, “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, http://www.pensarsocialista.com.ar/
[44] Borja, Jordi, “Revolución y contrarrevolución en la Ciudad Global”, Revista Bibligráfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X Nº 578, abril 2005.
[45] Ricardo Romero, “Crisis de la Universidad y el Movimiento Estudiantil”, en Universidad y Movimiento Estudiantil en el Foro Social Mundial 2001, (en colaboración con Sylvia Ruiz Moreno), Ed. Cooperativas, 2001.
[46] Bravo Jiménez, Jorge, “Envejecimiento de la población y sistema de pensiones en América Latina”, Revista CEPAL, Nº 72, 2000, 121-146.
[47] Garcés, Alejandro, “Configuraciones espaciales de lo inmigrante y apropiaciones de la Ciudad”, Papeles del CEIC, marzo 2006. http://www.ehu.es/CEIC/pdf/20.pdf
[48] Bauman, Zygmunt Bauman, Modernidad Líquida, FCE, 2003.
[49] La firma del convenio compromete al municipio a asumir el cumplimiento de los 11 (once) principios del Programa, considerando a su vez los 5 (cinco) ejes del Programa.
Propone los siguientes 11 puntos:
1- Visibilizar, documentar e implementar políticas locales que combatan la discriminación, la xenofobia y el racismo.
2- Crear y/o fortalecer la legislación municipal y la normativa local en materia de lucha contra la discriminación, la xenofobia y el racismo, erradicando todas las normas inconstitucionales o que impliquen discriminación negativa, segregación o jerarquización de las diferencias entre las personas.
3- Promover planes de igualdad de oportunidades y de trato para todos los grupos habitualmente discriminados que incluyan acciones afirmativas en ámbitos laborales, educativos, sanitarios y políticos en particular planes de paridad entre mujeres y varones.
4- Promover la integración física y social de grupos vulnerados en sus derechos (personas con discapacidad, niñas/os, adultas/os mayores, mujeres, personas viviendo con VIH-SIDA, liberados/as, personas con diversa orientación sexual, etc.) repensando los espacios públicos de las ciudades y su ordenameinto del tiempo y del tránsito a la medida de todos sus habitantes.
5- Garantizar la plena información y participación ciudadana en el diseño, la gestión y el monitoreo de políticas públicas, particularmente en materia de presupuestos participativos y con perspectiva de género.
6- Combatir la discriminación, la xenofobia y el racismo a través de la educación formal en el ámbito de sus competencias y/o mediante acciones educativas no formales e informales.
7- Promover el diálogo intercultural , intergeneracional e interreligioso, prestando especial atención al respeto de las culturas de los pueblos originarios y de todos los grupos étnicos y poblaciones migrantes que habitan el país.
8- Promover la protección y atención a la infancia vulnerada, en particular de niñas, niños y jóvenes en situación de pobreza, migrantes, indígenas y afrodescendientes, reconociendo sus derechos y necesidades.
9- Erradicar las prácticas discriminatorias de la administración pública local sustentadas en pretextos de salud, género, edad, origen étnico-nacional, orientación sexual, discapacidad y/o razones político-ideológicas.
10- Fortalecer los ámbitos locales como creadores, promotores y defensores activos de la equidad en el ámbito laboral, promoviendo acciones afirmativas para mujeres y personas con discapacidad en el empleo público.
11- Promover el acceso equitativo a la vivienda, los servicios básicos y demás condiciones del hábitat, fortaleciendo el uso equitativo y responsable del espacio público y desarrollando acciones contra la discriminación ambiental.
[50] Pont, Raúl, “Democracia Representativa y Democracia Participativa”, en Democracia, Participación y Ciudadanía: una visión de Izquierda, Editorial Palmarinca, POA, 2000.
[51] Gomez Silva, Ilse, “Reflexões sobre a “crise” do Estados nas décadas de 1980 e 1990”, em Democracia e participação na “Reforma do Estado”, Cortez Editoria, São Paulo, 2003. p. 46.
[52] SANCHEZ, Felix, Orçamento Participativo.Teoría e Práctica. Cortez Editora, San Pablo, 2002.
[53] Borón, Atilio, A caruja de Minerva. Mercado contra a democracia no capitalismo comtemporáneo, Vozes – CLACSO, São Paulo, 2001.
[54] Seara González, “El desafío de la ciudad global” http://www.cordoba2016.org/lainvenciondelasciudades/propuestasparaunaciudadnueva.htm
[55] Giner Salvador, “El provenir del pasado: las ciudades históricas en la encrucijada”, http://www.cordoba2016.org/lainvenciondelasciudades/propuestasparaunaciudadnueva.htm

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